Una página web no es algo estático, por lo general. Una vez que creas la web de tu marca o empresa vas a tener que invertir tiempo (y dinero) en mantenerla, actualizarla y dotarla de nuevo contenido. ¿Cómo puedes llevar a cabo estas acciones sin ser un experto en informática o programación? La respuesta es gracias a un CMS o sistema de gestión de contenidos.
Contar con una página web puesta al día es vital para atraer y mantener clientes, posicionarte mejor, dar una buena imagen… Veamos cómo funcionan los CMS y cómo este tipo de software puede ayudarte y facilitarte la vida de forma intuitiva a golpe de clics.
¿Qué son los CMS o gestores de contenido?
Estas tres letras máginas corresponden a Content Management System, traducido como Sistema de Gestión de Contenidos. Son las palabras clave que te permiten poner en marcha y mantener de forma práctica y rápida un sitio web. Como decíamos al inicio, no todos somos expertos informáticos, programadores o diseñadores web y no todas las empresas tienen recursos para contratar profesionales que se encarguen de su página. Sin embargo, la necesidad de estar en el mundo virtual es real y no contar con un sitio web hoy en día es prácticamente inviable.
Los gestores de contenido (CMS) son softwares o sistemas online que pueden ayudarte tanto a crear como a mantener tu sitio web de forma sencilla así como a administrar contenidos dinámicos tales como blogs, foros o tiendas online. A través de menús y formularios, con una interfaz intuitiva, un CMS gestiona, almacena, guarda y, en definitiva, administra tu página web.
¿Cómo funciona un CMS?
HTML, JavaScript, CSS, ASP, JSP o PHP son lenguajes y conceptos que había que manejar hace años para editar y estructurar contenido web. Hoy en día con un CMS existen dos nociones fundamentales sobre su funcionamiento que has de conocer:
Front end: se trata de la página web tal y como la ven los usuarios.
Back end: es la parte que se mantiene oculta al usuario y donde solo acceden los administradores y/o editores del sitio. Desde un panel de control se crea, actualiza o elimina el contenido, se escogen diferentes plantillas prediseñadas o se visualizan las métricas de la web, entre otras funciones.
Trabajar mediante un CMS es tan fácil como instalar el software o simplemente vía web al servicio. El sistema de gestión de contenidos se compone de dos partes:
- El CMA: es la propia interfaz gráfica que a menudo se parece a un procesador de textos toda la vida. Aquí es donde podrás agregar y administrar el contenido de tu web.
El CDA: es la aplicación para recoger, almacenar y mostrar el contenido que has creado previamente. La parte que permite hacer visible el contenido en tu web.
Características de un CMS profesional.
Estos son algunos de los requisitos que deberías exigir a un CMS antes de decantarte por cualquiera de ellos:
- Que tenga una interfaz sencilla: de forma habitual, un CMS será utilizado por personas con conocimientos técnicos a nivel de usuario. Por ello, su interfaz debe ocultar cualquier complejidad tecnológica para que las personas que los usan puedan desde el primer día dedicarse a editar y gestionar contenidos.
- Contar con distintos perfiles de usuario: a menudo, personas con distintas responsabilidades y funciones tendrán que acceder al CMS, por lo que ofrecer la opción de crear varios perfiles de usuario es fundamental. Además, deben delimitarse de forma clara las funciones de cada uno de ellos.
- Que posea un editor de texto completo: de nada sirve añadir contenido informe, el CMS tiene que incluir un editor que permita estructurar y dar formato como los procesadores de texto al uso: negrita, cursiva, listas numeradas, párrafos, sangrado, etc.
- Dar opciones de categorización: es una función imprescindible para no perdernos por los centenares de páginas que puede tener una web, es decir, para poder ir directos a lo que nos interesa.
- Que permita gestionar de forma separada el contenido y el diseño: o dicho de otra forma, que el diseñador solo tenga que preocuparse de hacer e integrar su diseño y los editores/autores de redactar sus contenidos, sin que los cambios de uno u otro interfieran entre sí.
- Ser «SEO-friendly»: un CMS debe tener en cuenta la realidad del posicionamiento orgánico y facilitar la generación de sitios web que cumplan con las directrices de los principales buscadores.
- Que consuma pocos recursos: una web CMS utilizará recursos para su ejecución (memoria, CPU y disco duro). Hay que tratar que este consumo sea lo más pequeño posible para que no afecte al rendimiento general del servidor ni a la experiencia de usuario.
- Que tenga soporte técnico: al igual que cualquier aplicación informática, un CMS puede dar algún problema durante su uso. Saber que detrás existe un soporte técnico raudo y eficaz es un importante punto a favor. Si además, hay una comunidad amplia de usuarios, tendremos ayuda al instante para solucionar todo tipo de errores.
Principales CMS del mercado actual.
Antes de que te pongas manos a la obra te facilitamos una pequeña lista con los CMS más potentes que te pueden interesar:
WordPress: es el gestor de contenidos más utilizado por su facilidad de uso. Se trata de la mejor alternativa para usuarios novatos que crean su primera web y para la mayoría de sitios web pequeños o sin requerimientos especiales. Ser el CMS más popular hace que tenga una gran comunidad de usuarios.
Drupal: se trata de un gestor mucho más complejo idóneo para webs de gran volumen o grupos empresariales. No necesita plugins externos y está optimizado para el posicionamiento orgánico, una gran ventaja.
Joomla: es un software gratuito y de código abierto con un acabado muy profesional y eficiente. Lo que le hace destacar es la versatilidad de sus extensiones que permiten cambiar por completo la apariencia y funcionalidad de tu web.
Hub: es una plataforma potente y fácil de usar para aquellos que tienen poco conocimiento técnico. No obstante, incluye un sistema de pop-ups y sugerencias sobre sus herramientas para guiarte paso a paso en la creación de tu web, para adaptar tu contenido a los motores de búsqueda o para añadir un chat en vivo si hiciera falta.
- Magnolia: este sistema es de pago pero ideal para grandes empresas, startups o tiendas de e-commerce. Ofrece tutoriales para ayudar a los más inexpertos. Es una plataforma pionera en la identificación online a través de la biometría lo que potencia la seguridad.
Ya ves que con la ayuda de un CMS cualquier pequeña y mediana empresa puede tener una página web, blog o un e-commerce totalmente operativa desde el minuto uno sin necesidad de tener un alto conocimiento técnico. ¿Te animas a probarlo y que tu web no pare de crecer?